Mi vida con TAB tipo 1

Mi vida con TAB tipo 1.

Hace tres años ‘celebré’ el día del TAB con una crisis maníaca tan fuerte que unos días más tarde, tuve que ser ingresada en un hospital psiquiátrico durante 17 días.

Tres años antes, en 2016 (año en el que debuté) no creía nunca que fuera a encontrar el amor, que alguien fuera capaz de quererme lo que yo no me quería. Pensaba que estaba predestinada a una vida inestable y en soledad, temía tanto el momento de confesar a las personas que estaban o entraban en mi vida, lo más oculto de mí, el trastorno bipolar.

Hasta que llegó un día que decidí no esconderme más. No tod@s se quedaron, fui rechazada e incomprendida, sentí dolor, aguanté comentarios hirientes, tuve un período de negación, dejé la medicación, recaí, lloré, caí en un pozo, me hundí.

En medio de mi tormenta emocional, alguien maravilloso llegó a mi vida, él.

Él me quiere imperfecta, cómo soy.  Tan delicada y frágil que parece pueda romperme en cualquier momento, pero con las agallas y disciplina suficientes para luchar cuando toca, de su mano o en mis batallas, no importa.

Me levanté, sequé mis lágrimas, sonreí, abracé, amé, APRENDÍ…

‘Caminante no hay camino, se hace camino al andar…’ y el día de hoy tocando mi vientre, recuerdo cada uno de mis pasos.

 

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